El proyecto Enxaneta repiensa el concepto de refuerzo escolar en Osona implicando a las familias y detectando antes la desafección académica en los niños, y lo hace desde este último curso con 170 alumnos y 15 escuelas. "Va dirigido a alumnos de entre primero y cuarto de primaria con dificultades escolares. Los apoyamos en las materias instrumentales, como la lengua o las matemáticas, pero con el distintivo que no sólo participan ellos sino también, y como requisito indispensable, sus padres ", explica el coordinador, Marcel Barjuan. Y es que, aunque sea la escuela la que detecte los alumnos que pueden beneficiarse de ella, sólo pasan a formar parte si existe el compromiso de uno de los padres o tutor de asistir.
El Enxaneta dota a los centros de la figura de un mentor -una persona graduada en educación social, magisterio o bien psicología-, que se encarga de ofrecer apoyo y preparar actividades socioeducativas "más allá de los típicos deberes", sostiene Barjuan. Un día a la semana las familias participan activamente con los hijos en este refuerzo, los ayudan a resolver problemas o son parte intrínseca de lo que se propone hacer a los niños en una salida determinada. Isabel Llauradó, mentora en la escuela Ildefons Cerdà de Centelles, considera que "es una experiencia enriquecedora para todos". "Si un día trabajamos como es nuestro entorno más inmediato y creamos un mapa, pues entonces quizás hagamos un recorrido en el que niños y padres deben seguir juntos una serie de indicaciones y resolver preguntas de materia curricular", explica. Uno de los progenitores que han participado es Manuel Lázaro, padre de Anna, de 8 años. Lázaro piensa que ha sido "una oportunidad que a ella le ha ayudado muchísimo, porque es una niña muy insegura", y sostiene que "de inmediato" vio claro que el proyecto podía funcionar porque era "un punto de unión" con su hija.
Marcel Barjuan indica que el objetivo es "empoderar a los padres enseñándoles a acompañar a sus hijos a través de las tareas escolares". Isabel Llauradó añade que "se tiene la flexibilidad de poder adaptar las actividades a la necesidad o la motivación de los niños en todo momento" y que es una iniciativa con "peso emocional".
Otra mentora, Mariona Buj, de la escuela San Marcos de Calldetenes, cree que la clave de todo es que "para los chicos es importantísimo que los padres entren en la escuela", y explica que no se busca que se estén sentados y resuelvan un cálculo o un ejercicio de lectoescritura, sino que se les da libertad: "Cuando trabajamos que es el Ayuntamiento, visitarlo y hicimos un pleno, escogiendo el alcalde y los concejales del pueblo Enxaneta ".
Interés de otras comarcas
El proyecto, impulsado por el Consejo Comarcal de Osona, tiene el apoyo de la Universidad de Vic con el propósito de combatir el 20% de fracaso escolar de la comarca. De momento está financiado por el Consejo Comarcal, pero el curso que comienza el lunes quiere buscar la complicidad de los ayuntamientos. Jordi Collet, profesor de la Facultad de Educación de la UVic, dice que encaminar el éxito escolar es "más fácil" si las criaturas de la etapa de 6 a 10 años pasan de ciclo con las competencias superadas.
Según la consejera comarcal de Enseñanza, Anna Franquesa, se busca "fomentar el trabajo en red entre la escuela, el territorio y las familias" y ayudar alumnos que tienen las capacidades "pero que les falta apoyo estructural" para llegar a la aprobado. Escuelas del Barcelona, Barcelona, Manresa o Lleida ya se han interesado, dice Franquesa, para llevar el proyecto a sus aulas.
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